
• Repiquetee sobre su timo tres o cuatro veces al día con el fin de estimularlo y reducir las consecuencias de la tensión o estrés.
• Realice frecuentes «descansos de energía». Recite uno o dos versos o contemple algún cuadro de paisajes —o una reproducción—. Repiquetee al mismo tiempo sobre su glándula timo para mantener sus energías equilibradas y para reducir al mínimo las pautas de estrés de sus hemisferios cerebrales.
• Escuche música estimulante y vivificante. Para reforzar su efecto, hágalo en la posición horizontal Alexander y golpeando al mismo tiempo sobre su punto del timo.
• Escuche los sonidos de la naturaleza, tales como los cantos de los pájaros y el murmullo del agua. Dúchese mientras permanece recto y erguido.
• Encuentre un pensamiento tranquilizador, al que recurrir constantemente para que le ayude a mantenerse centrado. Puede consistir en una escena placentera o incluso en una imagen de sí mismo en estado de perfecta salud.
• Mantenga la lengua apoyada contra el «mando centrador» (en la parte alta del paladar).
• Sonría lo más que pueda. Hágalo varias veces al día, a modo de ejercicio. Le ayudará a corregir cualquier posible desequilibrio en el sistema de energía de su cuerpo.
• Piense y camine con orgullo.
• Demórese en los pensamientos positivos: el amor, la fe, la confianza, la gratitud y el valor.
Recuerden que prevenir es mejor que curar.
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