Errar es humano.
No desprecies ni critiques a la gente por equivocarse. Todos tenemos malos momentos. Nos gusta pensar que somos mejores que los demás, pero en realidad tenemos muchos defectos. Lo que pasa es que generalmente somos demasiado indulgentes con ellos mientras nos mostramos excesivamente exigentes con los de otros. Hay una tendencia en nuestro cerebro a racionalizar y justificar nuestros errores mientras detectamos y magnificamos la importancia de los mismos comportamientos en los demás.
Cuando esto ocurra, no te dejes llevar por tu impresión inicial de que el otro es un imbécil, recuerda que tu también podrías estar en esa situación, y ser igual de imbécil.
Sé consciente de tus propios errores y mantén la calma y la comprensión cuando otros se equivoquen.
Recuerda: nadie se equivoca a propósito.
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