La opinión es la única causa de una mente perturbada, dicen los estoicos. ¿Y si es así? ¿Y si el daño no proviene de lo que ocurre, sino de tu reacción hacia ello?
En ese caso, sería nuestra opinión la que alimentaría los sentimientos negativos. Los acontecimientos son lo que son, pero solo nosotros tenemos acceso directo a nuestra mente; solo nosotros podemos arruinar nuestra vida.
Ya sé... algunas veces las cosas se ponen muy feas... pero ¿y si en lugar de dejarnos arrastrar por los pensamientos y sentimientos negativos, utilizamos la energía para salir reforzados, para aprender algo, aunque solo sea aceptar lo inevitable?
Intenta eliminar la opinión y observa cómo el dolor se va desvaneciendo.
No hay duda de que en la vida suceden muchas cosas dolorosas, pero no hay que olvidar que el sufrimiento es un ingrediente que añadimos nosotros. Con el dolor, ya tienes suficiente, creeme. No juzgues el acontecimiento como bueno o malo. Simplemente acéptalo tal como es y saldrás menos perjudicado.
Solo intenta esto: no te quejes, lamentes ni vayas llorando por las esquinas.
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