Hace semanas que no escribo en el blog. Últimamente ando muy liada con las clases en la Universidad y las tutorías de los trabajos de fin de grado. Feliz, porque dos alumnas han decidido realizar revisiones sistemáticas en el ámbito de la educación socioemocional. Así que, estoy disfrutando mucho esta tarea.
Ya sabéis lo importante que es, para mí, una educación socioemocional temprana y desde los centros educativos. Ahora, que imparto clases a universitarios, estoy detectando, también en ellos, carencia de recursos y herramientas básicas para afrontar los retos cotidianos. Desde mis clases, he potenciado el descubrimiento de sus fortalezas en todos los grupos que atiendo. Eso ya es un punto de partida, pero pienso que, desde la Universidad, debemos ser más ambiciosos, debemos crear espacios "refugio" y talleres pensados para ellos con el fin de ayudarles a descubrir su potencial, gestionar la apatía o desilusión y afianzar la autoconfianza necesaria para el éxito personal y profesional. Y más aún, en esta difícil época que estamos viviendo, donde la incertidumbre se instala en los ánimos de los alumnos que están terminando su grado.
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