El arte de la acción en la no acción, para adolescentes.

El frenético ritmo de vida actual, unido a  la necesidad de inmediatez y rapidez que nos transmite nuestra forma de vivirla, propia de una cultura occidental hace que deambulemos por la vida sobreocupados. 
Me gustaría que te tomaras unos minutos para reflexionar en un día cualquiera de tu vida. ¿Cómo te organizas? ¿se te escapa el tiempo de las manos?¿Tienes el tiempo que necesitas para relajarte y tomarte las cosas con calma, o por el contrario vas saltando de una actividad a otra sin apenas tener un minuto libre?

Si tu horario semanal resulta sobrecargado, has de saber que esto supone un desgaste psicológico inmenso y puede acarrear numerosas alteraciones en tu estado de ánimo, además de una fatiga crónica que te impida permanecer en clase atento/a y concentrado/a.
¿Serias capaz de adoptar una postura o un estado mental contrario? Esto es lo que propone el WU WEI, una filosofía oriental que, mediante la “no acción” o el fluir natural, nos anima a entender los problemas de otra manera. 

¿En qué consiste el Wu Wei?

De origen taoísta, el Wu Wei es un potente concepto filosófico que se puede traducir literalmente como “no-hacer” o “sin esfuerzo”. Según esta filosofía, la mejor manera de enfrentarse a una situación o circunstancia vital específica es no actuar. No obstante, ¡presta muchaatención! este concepto ha sido malinterpretado en la cultura occidental  puesto que el Wu Wei no defiende la pasividad“No actuar” no implica no hacer nada, sino hacer las cosas sin sobreesfuerzos y mediante el crecimiento personal. Dicho de otra manera, hacer las cosas de una manera sencilla y natural, sin buscar el apremio o forzar las situaciones.




Centra tu mirada en el mundo de la naturaleza, y pongamos por ejemplo el crecimiento de una planta. Ésta crece mediante la inacción, no fuerza su crecimiento; sin embargo, la planta continúa su desarrollo perfectamente hasta, incluso, poder llegar a convertirse en un fuerte árbol. 



El Wu Wei consiste en un estado mental en el que somos capaces de discernir entre aquello que realmente requiere un esfuerzo y aquello por lo que dicho esfuerzo solo será una pérdida de nuestro tiempo y energía
¿Y sabes cuándo es muy útil? Pues cuando estás haciendo un examen. Sí.  En cuanto te lo den, rellena tus datos personales y lee todas las preguntas con mucha atención. De esa manera, podrás decidir qué orden seguir para contestar a las preguntas, rentabilizando tu tiempo. Empieza por las que consideras más fáciles y te sabes bien. Luego sigue por las que te suenan, pero tienes que pensar un poco más; por último, trata de resolver las que no te sabes. De esta manera, si te quedas sin tiempo, habrás podido completar gran parte del examen con todas las garantías. Deja fluir los conocimientos, si has estudiado, recordarás.

  VIVE LA VIDA. A veces, cuando pensamos en una situación que tendremos que afrontar a medio o largo plazo, nos dejamos influenciar por ideas intrusivas (ideas que se nos meten en la cabeza) acerca de qué podría suceder o no, imaginando todos los escenarios posibles y malgastando una inmensa cantidad de energía. Es muy importante que no te dejes llevar por la inquietud o el desasosiego y que permanezcas tranquilo/a.  Ten en cuenta lo siguiente: 
     § Confía en los acontecimientos
     §  Aprovecha las circunstancias que se te presentan. 


No rehuyas  los desafíos escolares: hacer presentaciones orales, redacciones, exposiciones, trabajos en grupo, representaciones teatrales y otros proyectos de clase. Están ahí, no para hacerte la vida imposible, sino para ayudarte a evolucionar y progresar. Tus profesores/as no son tu enemigo. Los necesitas para aprender y madurar como alumno y como ser humano.


    Una vez ha pasado la situación o hemos resuelto el problema, 
        no debemos  pensar más en él, de lo contrario cabe la posibilidad 
             de que nos quedemos anclados en él, desgastando nuestra salud mental 
     e interfiriendo en nuestra capacidad para descubrir nuevas oportunidades.  
Es decir, si has hecho una exposición oralde un tema, 
y te ha salido “fatal”, después de la evaluación de tu profesor/a, 
céntrate en todas las propuestas de mejora que te haya hecho y
 olvida la situación en si. Ya ha pasado y no va a volver. 
    Ahora, el foco de tu atención  será  preparar la próxima exposición, 
sabiendo que estarás mejor preparado/a que la vez anterior.


Para ello, vas a desarrollar dos habilidades básicas:
1. Aprender a dejar de preocuparte: Recuerda que no consiste en ignorar las conflictos, sino más bien en poner las cosas en perspectiva  y darles la importancia objetiva que realmente se merecen, para a continuación elaborar el plan de acción
Si tienen solución, ¿por qué te preocupas? y si no tiene solución ¿por qué te preocupas también?”. 

2. Aprender a confiar: Es necesario que mantengas la confianza en el trascurso de la vida y los acontecimientos, así como en tu propia capacidad para afrontarlos. 
Esta, es la única manera de mantener la mente despejada y estar atentos a las oportunidades que se nos aparecen. ¡Y sobre todo!, conserva la calma a pesar de los conflictos o problemas que te puedan aparecer por el camino, ya que antes o después estos se solucionarán. 

RECUERDA: No hay que dejar nada por hacer, la idea es conseguir nuestras metas con el menor desgaste posible.

Hacer sin hacer significa centrarse en el momento presente y hacer en cada momento lo que corresponde. De esta manera surge el menor esfuerzo. Fluimos con la vida y permanecemos atentos a las oportunidades.

Extraído de "El cuaderno Losias" Cap. 5





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