¿Dónde se apoya la conciencia plena?


Está comprobado que estar con conciencia plena durante el día, nos facilita mucho la vida. Nos vuelve personas más calmadas, menos reactivas, más reflexivas y receptivas a las circunstancias del entorno donde nos movemos.  Dan Siegel lo explica perfectamente con la imagen de su Trípode del mindsight.

En él, la apertura, la objetividad y la observación son los tres procesos que estabilizan la lente de mindsight con el fin de observar el mundo interior con claridad, profundidad y poder.

Con la apertura, aceptamos las cosas, tal como son; con la objetividad nos damos cuenta de que aquello de lo que somos conscientes solo son elementos de la experiencia, no la totalidad de nuestra identidad; con la observación, nos sentimos observadores que presencian el despliegue de la experiencia en cada momento. Esas son las tres patas que sirven de apoyo a una conciencia plena.

Papel modificador de la mente

“Estar abiertos significa cultivar en nuestro interior los estados receptivos que se encuentran bajo las capas superficiales del juicio y la expectativa”. Es decir, podemos ir más allá de nuestros juicios y creencias. Estas actúan como un muro, que nos impide ver lo que hay detrás. Podemos alzar nuestra mirada por encima y ver lo que está siendo tapado. Lograr y mantener un estado de apertura nos exige que observemos cómo reaccionamos de manera interna a los acontecimientos para darnos cuenta de si estamos actuando con el piloto automático y de ser así, nos estamos dejando arrastrar por las distorsiones que las emociones imponen a nuestra percepción de los demás.

Al vivir con conciencia plena, podemos percibir esto con claridad y actuar en consecuencia. Podemos aceptarlo y actuar para transformarlo, si elegimos hacerlo. “Este es el papel modificador de la mente” Estar abiertos, nos permite, además aceptar nuestras emociones sin necesidad de castigarnos con críticas severas, ni dejarnos arrastrar por expectativas, culpa o vergüenza.


¿Cómo puedes hacer eso?

 ¿Cómo aceptar una emoción, que puede sesgar tu percepción y al mismo tiempo tratar de estar abierto/a y aceptar a los demás? D. Siegel nos propone que aprovechemos un espacio que queda por debajo de la reactividad emocional, antes del juicio y la expectativa. Desde ese lugar puedes recibir las cosas de la manera más parecida a como son en realidad. “Es el plano abierto de posibilidad en el que empieza nuestro viaje y es la esencia de la presencia que empieza a surgir al cultivar la apertura de nuestro trípode de mindsight”.

Estar presentes, aceptar lo que es en lugar de transformar las cosas en lo que nos gustaría que fueran, y ser receptivos a cualquier cosa que surja en cada momento constituyen los principales niveles de apertura . Se trata de intentar librarnos de las restricciones de arriba abajo para no limitar la información que nos llega de abajo a arriba en la experiencia de cada momento.

Distinguir nuestra totalidad de las actividades de nuestra mente.

Los procesos mentales van y vienen por el teatro de la mente. Sería un error identificarnos con alguno de ellos en particular. Un pensamiento o un sentimiento no definen quienes somos. Son algo específico de un momento y una emoción determinada. No son permanentes. Con la objetividad, sentimos desde el centro de la mente que lo que experimentamos en la conciencia sólo es algo de ese preciso momento. Esta capacidad de cambiar el foco de dentro a fuera de nosotros y viceversa, tiene el potencial de liberarnos del piloto automático. Desarrollar esta pata del trípode, según D. Siegel, nos permite "sentarnos en la corteza prefrontal" y limitarnos a observar las áreas neuronales que se activan en diversas combinaciones. Sentir que estas actividades no son nuestra identidad es la esencia de la objetividad. El acto de practicar la conciencia interior, de reposar en el centro de la mente, nos permite diferenciar una sensación de una narración basada en la preocupación por uno mismo. Aún así, esta objetividad en relación con la vida es un acto de equilibrio que, en ocasiones, deberemos suspender deliberadamente para poder entrar en el fluir de la vida.

Observando el flujo de la mente.

¿Quién observa al que observa? Nuestro yo puede ser testigo de nuestra vida mental e incluso de nuestra capacidad de ser conscientes. Gracias a la apertura, podemos estar receptivos a las actividades mentales tal como aparecen y, gracias a la objetividad podemos distinguirlas de nuestra conciencia  y nuestra identidad. Pero, entonces,  ¿quién es el que observa? Siegel, se refiere a este observador como el narrador. La atención consciente, supone la capacidad de narrar la propia vida desde dentro hacia fuera, junto con un uso de la parte izquierda del cerebro, que hace que nos aproximemos a las situaciones difíles, en lugar de rehuírlas.
La capacidad de una persona para narrar un relato coherente que dé sentido a su vida puede estar relacionada directamente con su capacidad de ser mindful.

Los beneficios de la conciencia plena 

 Como cronista de los acontecimientos y como capitán del barco de tu vida, este narrador desempeña un papel fundamental en su doble papel de testigo y  de autor. Saborea la centralidad del narrador, la totalidad de tu vida, la riqueza de tu experiencia. Por medio de la apertura, la objetividad y la observación estabilizamos la conciencia plena, e incrementamos la capacidad de mirar hacia dentro.  Hay que entrenar estas tres bases de la visión de la mente y robustecerlas. El trípode fortalece la capacidad de observar y modificar el rico mundo interior de la mente. Cuando aceptamos la idea de que desarrollar nuestra mente hacia la salud supone llevar nuestro mundo interior hacia la integración, veremos que la conciencia plena es esencial para averiguar si hemos caído en el caos o en la rigidez. Podemos ver la realidad con una nueva profundidad y claridad.  Y de esta forma, estamos listos para responder, en lugar de reaccionar. Es cuestión de practicar.

Fuente: Mindfulness and Psicotherapy, Daniel Siegel




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